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La “famiglia Scagnetti” únicos moradores del Palacio Devoto
                                                                                                                                                 Por Susana Costa

Cuando Villa Devoto era rincón pueblerino y naciente al margen de la ciudad en movimiento, cuando la quietud de sus calles era abundante y todos sus árboles vigilaban el silencio y el sol le recortaba ampliamente sus juegos de luz y las lluvias lo decoraban como paisaje soñado, sus pobladores no sospechaban la intensidad de vida que guardaba en potencia. (1)

El palacio Devoto de la Avenida Nacional ( hoy Salvador MARIA del carril) fue demolido en la década del ’40.Construido en terrenos que Don Antonio Devoto y su hermano Bartolomé Devoto habían adquirido a Don Bruno Avenati según escritura del 24 de agosto de 1892 y que posteriormente Don Antonio adquiere el porcentaje correspondiente a Bartolomé formalizándose la escritura de división el 06 de junio de 1904.Su construcción , iniciada en 1913, estaría destinada a ser un esplendido palacio en el que se destacarían los esplendidos materiales destinados a tal fin y que fueran traídos desde el viejo continente. El destino quiso que sus propietarios no llegaran a ver la faraónica obra finalizada. Don Antonio Devoto fallece en el año 1916 y su esposa Elina Pombo siete años mas tarde.

La necesidad de proteger la inmensa cantidad de materiales importados que engalanarían las estancias del palacio, que nunca fue finalizado, llevó a Doña Elina a contratar en el año 1919 a Don Antonio Scagnetti como cuidador de la obra sugiriéndole de vivir en el lugar con su familia y de traer desde Italia algún familiar para que colaborara en la tarea.

Es así que Don Antonio Scagnetti, nacido en Croce di Calderara, Provincia de Macerata en 1898 y que había llegado a nuestro país en 1914 viaja a Italia, una vez finalizada la 1ª guerra mundial, para contraer matrimonio con la novia que lo esperaba en su tierra natal, Elvira Scipione, originaria de Castel SanVenazo, también Provincia de Macerata. Celebran su matrimonio en Italia en 1922 y viajan a nuestro país junto con Ignacio, hermano de Antonio, para hacerse cargo de la vigilancia del Palacio Devoto.

Los hermanos Scagnetti dejaban atrás su pueblo natal, que se encuentra enclavado entre sierras y dominado por un castillo del Siglo XIV que conserva intacta su estructura y si sistema de fortificación en tanto que doña Elvira, a su arribo a Villa Devoto extrañaba su pequeño pueblo del Valle del Río Celesone en el que en la actualidad solo habitan 25 personas.

A pesar de haber dejado aquellos parajes de origen medieval enclavados en los Apeninos y rodeados de verde no les fue difícil acostumbrarse a la Villa Devoto de aquellos años.

En 1925 llega a Buenos Aires Doña Juana Scipione, hermana de Elvira, y contrae matrimonio en la Iglesia del Seminario con Ignacio Scagnetti, quedando signada de este modo la unión de ambas familias.

Después de su llegada a Buenos Aires, Elvira espera su primer hijo. Doña Elina Pombo de Devoto, quien visitaba asiduamente el Palacio para controlar las obras en ejecución le sugiere que de nacer una niña, debería ponerle Elina. Al fallecer Doña Elina poco antes del nacimiento del primer hijo del matrimonio y al ser esta una pequeña, es bautizada como Elina Scagnetti en honor a la propietaria del Palacio.

A esta niña nacida en Villa Devoto le seguirán Rosa y Juan. En cambio Don Ignacio y Doña Juana tendrán 2 hijas, Nélida y Matilde. Los cinco niños pasaran sus días en los jardines del Palacio y llenando el lugar con sus risas y juegos.

Entrevistamos a Dona Nélida y a Don Juan, que nacieron y pasaron parte de su infancia en el palacio, para conocer sus recuerdos de aquella época. “Éramos muy chicos, comentan y no comprendíamos la magnificencia del lugar. Para nosotros era normal vivir en ese palacio con sus enormes escalinatas que servían de lugar de juego a los cinco primos. Trasponiendo las escalinatas un gran salón y en el primer piso, las habitaciones daban a un corredor que circundaba el Salón. El sótano era un depósito de materiales lujosos y aunque nos estaba vedado entrar allí, no perdíamos oportunidad de hacerlo y en cada recorrida quedábamos deslumbrados con cajas de mayólicas venecianas y grandes baúles cajas que para nosotros, escondían verdaderos tesoros”
“Algunas habitaciones del primer piso estaban casi terminadas con muebles de estilo rococo con incrustaciones de oro y bronce. Nosotros vivíamos en el subsuelo, en habitaciones sin terminar que seguramente estaban destinadas al personal de servicio del palacio. Los administradores de la sucesión de Elina Pombo acudían periódicamente a controlar los costosos materiales atesorados y que nunca llegaron a ser colocados.”
“Cuando se decidió la demolición del magnífico edificio, ambas familias dejamos el palacio aunque nunca nos alejamos de Villa Devoto”

Después de haber leído con detenimiento la sucesión de Dona Elina Pombo de Devoto, podemos aseverar que los recuerdos de los cinco niños que nacieron en el Palacio Devoto son reales, ya que los inventarios de los materiales que se encontraban en la propiedad dan cuenta de la existencia de mármoles de Carrara, mosaicos de Venecia, piezas de vitreaux destinados a la capilla de la propiedad, como así también al altar y piezas accesorias. Estatuas de mármol de Carrara, una fuente, dos leones también de mármol como así también una mesa y bancos del mismo material, todos ellos destinados a la decoración del jardín. Estatuas de bronce de la casa “ Raingo Freres” de París con pedestales de mármol e incrustaciones de bronce.

Lamentablemente ya no podemos apreciar aquel magnifico palacio Construido sobre un terreno de 10238 m2, en Avenida Nacional 3730, manzana 171 de Villa Devoto y solo nos quedan documentos históricos y el recuerdo de los niños Scagnetti, quienes junto con sus padres fueron los únicos habitantes del Palacio Devoto.

(1) La Amistad en algunos barrios porteños- Vicente Cutolo