LAS PERSONAS QUE CONOCIMOS
Por
Amanda Mónica Hernández y Enrique A.
Lorenzoi Los recuerdos que
tengo de Devoto se remontan a mi niñez y juventud; la hermana de mi abuelo
materno vivía en la calle Nazca 4840 y además, mis padres tenían amigos íntimos
con domicilio en Belgrano. Con mis padres vivíamos en Floresta; y para llegar a
esos lugares, tomábamos un ómnibus que circulaba por Segurola; más tarde el
troleybus y finalmente, el que cumplía el mismo recorrido que actualmente
realiza el 114. En aquellos tiempos, al acercarnos a La Villa, por la calle
Chivilcoy, con doble plazoleta; daba la sensación que ya no estábamos en prolijo,
limpio, ordenado y vivible Buenos Aires. El primitivo ómnibus bordeaba la
frondosa Plaza Arenales, y ésta, se nos presentaba con su tupida vegetación,
senderos de grava de ladrillo, los magníficos edificios hoy inexistentes, y
otros que perduran con una vejez cuidada y digna. Estábamos en otro lugar; en
otro mundo.
Recién frecuenté regularmente el Barrio, en el año 1958-59, cuando comencé el
noviazgo con una nativa del lugar; nacida en José Pedro Varela y Bahía Blanca,
cuyos abuelos y padres eran vecinos y amigos de los Biedma, padres e hijos.
Casados a fines del año 1961, vivimos en Gualeguaychú 4485, momento en que
empecé a conocer a los VECINOS DESTACABLES DE VILLA DEVOTO (Tercer congreso de
Historia) y otros, con quienes tuvimos el privilegio de tratar, no con la
profundidad de los descriptos, pero si, con la jerarquía del buen vecino,
confiables, generosos, especial y fundamentalmente discretos.
Hemos tenido el privilegio, junto a nuestros dos hijos, de ver, usar y gozar de
los imponentes caserones de los orígenes del Barrio, que la voracidad
inmobiliaria los hizo desaparecer, a pesar y con total desprecio de los
impedimentos reglamentarios municipales que ya existían, con el propósito de
mantener el concepto de barrio “Jardín” y que se sigue ignorando, pero ahora,
invitando a los vecinos para escuchar los reclamos, que sistemáticamente no son
oídos.
COMERCIANTES
Uno de los primeros en tratar fue el fotógrafo Sr.: José E. Osuna, su esposa e
hijo, cuyo negocio estaba en la diagonal Fernández de Enciso 3949-3973; tenía en
su trastienda, un gran espacio para realizar fotos de casamiento, u otros
acontecimientos, con decorados cambiables afines a los mismos. Esta familia y
amigos, tenía por costumbre, ya entrada la primavera, de organizar concursos de
dibujo en la Plaza Arenales, invitando a las escuelas cercanas a ella; con lo
cual, en el soleado sábado establecido, la plaza se llenaba de guardapolvos
blancos, nuestros hijos inclusive; con los Bloks “El Nene”, lápices y pinturitas,
o cualquier otro elemento apto para dibujar. En los días siguientes, junto con
los respectivos profesores de dibujo de las escuelas participantes, se efectuaba
la valoración de los trabajos y se repartían los diplomas otorgados.
Con los años, el local se trasladó a la calle Ricardo Gutiérrez 4149 hasta su
cierre, por el hecho que comenzaba la era de la foto Digital.
Otro negocio significativo fue la Ferretería y pinturería de Fernández de
Enciso, 3791; donde el Sr. Enrique Viotti y su socio, Sr. Di Lorenzo, atendía
con deferente y autorizada opinión, las consultas que, sobre calidad y
características de las pinturas, lo sometíamos. Mas tarde, se mudaron en la
misma avenida, al 3781, local contiguo al primero. Desconocemos el momento en
que, el Sr. Di Lorenzo, ya separado de su socio, se instaló en la Av. Francisco
Beiró 3457 donde siguió asesorando con creciente autoridad a sus clientes y
amigos, hasta su deceso; su hijo, continúa con el prestigiado negocio y el Sr.
Enrique Viotti sigue con el suyo, en el 3781 de la Av. Enciso.
Otro comercio que merece nuestro grato recuerdo fue la Ferretería del Sr.
Kurt Krebs, joven alemán que se radicó, en nuestro Barrio, obligado por la
Segunda Guerra Mundial: El 13 de diciembre de 1939 se producía la batalla naval
del Río de La Plata, frente a las costas de Montevideo; donde cuatro días
después, se hundía por una explosión provocada, el acorazado alemán de bolsillo
Graf Spee, para no ser entregado a la Flota Inglesa, compuesta por los
acorazados: Ajax, Achilles, y Exeter; el Graf Spee, del que previamente se había
rescatado a toda la tripulación; por el navío Tacoma, buque mercante alemán; con
varios fallecidos, que fueron sepultados en el Cementerio Alemán de Buenos
Aires, incluyendo a su capitán, Hans Langsdorf, quien se suicidó el mismo día de
haber arribado a Buenos Aires. Fueron rescatadas un total de 1039 personas; que
fueron internadas en la isla Martín García, las que se liberaron, después de
verificar su pertenencia al acorazado hundido. (1) (2)
Con el tiempo, período y circunstancias que desconocemos; este joven armero del
acorazado, se casa. Junto a su cuñado, de nombre Raúl Domínguez, instalan una
Ferretería, ubicada en un gran local, en la esquina de Sanabria y Carlos Antonio
López; donde los conocimos y departimos, mientras comprábamos los elementos que
comercializaban; local, que mas tarde, y con otros dueños se transformó en
Restaurante; y la Ferretería se mudó a un local mas chico, en la calle Gútemberg
4275, donde siguieron trabajando por varios años mas. Hoy el local está cerrado,
y sus cortinas metálicas oxidadas no deben ocultar, el tipo de local y la
calidad especial de las personas que son y fueron. (3)
La ferretería Mario, que merece ser reconocida, ubicada en Villa Lynch;
Monteagudo esquina Laprida, del Sr. Juan Carlos Grass y familia; de trato amable
y orientador, surtida no solo con elementos del ramo, sino también de
herramientas afines y pinturas etc.
En la calle Ricardo Gutiérrez 4145, se instaló el 18 de noviembre de 1953,
una joyería y relojería cuyo propietario, el Sr. Jorge Osvaldo Castilla, que
realiza venta y reparaciones afines; en una calle poco favorecida, en virtud de
tener frente a su negocio, las vías del ferrocarril San Martín, lo que hace poco
transitable la mencionada arteria, hecho que meritúa, aún mas, su labor de
tantos años. A sus espaldas, en la calle Pedro Morán, la Zapatería Laprida, de
larga data y probada idoneidad, continúa con sus actividades.
La Farmacia, mucho tiempo llamada “Roca”, a cargo del Sr. José Alberto Coll,
quien como responsable primero, y propietario después; lleva ya, 49 años al
frente de la antigua y conocida farmacia, Deschamps-Roca-Coll; LA FARMACIA MAS
ANTIGUA DEL BARRIO (Tercer Congreso de Historia); la Farmacia de Teresa, hoy
Caffe del Doge.
Otro comercio destacable, anteriormente ubicado en el acceso por Fernández de
Enciso, a la Galería Devoto; nos referimos a la Cerrajería del Sr. Francisco
Catabria, desde hace tiempo mudado a la esquina de Habana y Joaquín V. González,
cuyo nombre y apellido, lo conocemos recién ahora; solo se decía “voy a la
cerrajería” y ya se sabía donde, y de quien se trata.
COMERCIOS:
Un antiguo Almacén ubicado en Habana 3751 y 3753, Carnicería y Verdulería anexa.
La antigua casa Ross, que vende Toldos, Lonas, Hamacas y Colchonero de Habana;
negocio mudado hace poco, en la misma calle y vereda; el Óptico, Sr. Leibar, en
la misma cuadra. Esta zona era el Primitivo Centro Comercial del pasado Devoto.
Nicomar, distinguido lugar donde se ofrecían productos y fiambres de calidad
superior y variedad no común en los Barrios, sus dependientes, con sacos negros
de lustrina, cuello palomita y moño, atendían, mientras los clientes aguardaban
ser atendidos, en las sillas Thonet esterilladas.
Su competencia, pero de un carácter muy diferente; La Glorieta, que era un
bodegón-almacén, en la esquina de Habana y Gualeguaychú, propiedad que no
llegaba a la Av. Lincoln y parte de Habana; había tomado la venta de los
fiambres, ante la decadencia manifiesta de Nicomar. También frecuentábamos el
Mercado Arenales, de antigua permanencia en el Barrio.
Los Ocho Hermanos; Almacén y Rotisería, a cargo del matrimonio del Sr. Coloni y
sus hijos; quienes modernizaron el local, varios años atrás, con una refinada
decoración, y agregaron comidas hechas, para llevar; siguen siendo los mismos
que conducen el amable y prestigioso negocio, en Pedro Morán 4202, y Fernández
de Enciso.
Años mas tarde ocuparía un lugar destacado, el almacén y fiambrería de
Monteverde, que lo continuaron los hijos y los nietos. Frente a este almacén,
ahora Supermercado Súper-Servicio; se instaló en 1973, Poli-Rubros, en José
Cubas 4461 de Carmen L. M. de Del Vecchio y su esposo, con una extensa gama de
productos.
En la esquina Sur-Oeste de Sanabria y Habana, el Almacén de Eladio y Pérez, con
su repartidor Manolo, tan gentiles, y voluntariosos, como desprolijos. El
Peluquero, Miguel Micalone, llegado de Italia en 1949, instalado en su
peluquería en 1973, en la calle Gutemberg 1795. El vendedor de diarios de la
esquina de Nueva York y Chivilcoy, de Juan Carlos Colli e hijo; y el de Lincoln
y José Cubas; la Calesita Devoto. La Confitería “Las Meninas” en Nueva York casi
esquina Mercedes; El Corralón de Materiales de Construcción de Marcos Carlos
Sada e Hijos; instalados originalmente en la calle Gabriela Mistral 4347;
mudados hace mucho tiempo a la colectora, en Villa Lynch. La Farmacia de Hildo,
en la esquina de Lincoln y Gabriela Mistral, local devenido en Carnicería.
El Kiosco de Gualeguaychú 4196 esquina Habana, cuya propietaria, la Sra. Rosa
Babsia, su hija Sra. Emilce Bourdet y colaboradora, Sra. Stella Moreira están a
cargo del antiguo negocio, conducido con amable atención, y salvador de olvidos;
por los artículos que dispone, desde hace 18 años.
Otro negocio con muchos años de permanencia en el Barrio, fue la papelería y
librería de la familia Bereta, negocio ubicado en Habana 4147; que se
caracterizó por su atención para nada amigable, hecho que cambió notablemente,
al hacerse cargo la Sra. Viviana Bourdet, y colaboradoras, desde hace un par de
años, con el nombre de THE LINKS, donde es un placer, la atención que conceden.
Otro comerciante de antigua residencia en el barrio es el Sr. Enrique Ferrero,
vecino de más de cincuenta años y cuyo Vivero, DEVOTO GARDEN lleva más de 25
años decorando los jardines vecinos.
El jardinero Roberto Giorgi, con sus ayudantes, muchachitos que aprendían el
arte de la jardinería, Juan Pedro Jiménez y su hermano Luís Héctor Jiménez; el
primero, sigue siendo nuestro confiable y dispuesto jardinero. El lugar donde
guardaban sus enseres y herramientas, estaba en Gualeguaychú 4027.
MEDICOS:
El Dr. Codevila, con autoridad, sabiduría y fino sentido del humor, cuyo
domicilio y consultorio estaba el José Cubas 4121; Dr. Juan Carlos Pellerano,
con domicilio y consultorio en Salvador María del Carril, casi esquina San
Nicolás, Pediatra de mi esposa y de nuestros dos hijos, aquellos médicos que
visitaban al enfermo en cualquier hora del día o de la noche; Dr. Nadal, de
trato grato, amable y contenedor. El Otorrinolaringólogo Dr. Francia, cuyo
consultorio estaba en la esquina de Lincoln y Sanabria; el Dr. Atilio Cedro,
veterinario que cuida con autoridad, esmero y maestría a nuestras gatas Caty,
fallecida y Ninoshka, que nos acompaña.
VECINOS.
Familia de Néstor Di Maio y su esposa Elva y sus padres: familia Imperiale; Sra.
Argemira Villalobos, primera directora de la Escuela “La Banderita”, y su esposo
Sr. Varela; Filottete Martorella, que orientó a nuestro hijo mayor, por el
camino de la Música, esposa e Hija Hebe; Familia Sr. Pala; Srta. González, vivía
en Gualeguaychú y José Cubas, esquina Nor-Oeste 4201; el Constructor Sr. Cechini,
el Escribano Vast Salanouve; Mr. Black, alto funcionario de la Compañía
Británica de Construcciones de Acero, de trato frío y lejano, pero al saber que
vivíamos en Devoto, su trato viró notablemente.
La enfermera Nuné; el magnífico carpintero Sr. Donato Ceré, que almorzaba en el
Bar “Las Cautivas”, con una evocadora decoración del nombre en el frente del
local, en Sanabria y Av. Mosconi; el Sr. Juan Presavento, Capataz de la Empresa
Di Naro, en la que trabajé; La librería “La Teresita”, Vallejos 4299; Sra.
Blanca Parodi y hermano; Sr. Alexandrovich y familia; Sr. Aued; Sr. Manetti y
Sra., Sr. Otero esposa e hijas; Sr. Mario Cordo, su esposa Laura, hijo e hijas;
Las señoritas inglesas: Mary, Ellen y Gogó, quienes, una vez al año, organizaban
un te, con masas y postres, al que éramos invitados, junto con algunos vecinos
de la cuadra.
Familia Churrín; Familia Sr. Escribano; Familia Molteni hijo, hijas y nietos; El
Sr. Amadeo Carrizo, notable futbolista; La Sra. Graciela Grandi, Encargada de
las Relaciones Públicas del Devoto School, quien con su gentileza, hace posible
algunos actos de La Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto; EL Sr. Cuttini
con ex domicilio en Av. Lincoln entre el 4523 y 4563; y su leona “Pamela” que
viajaba en el Jeep del propietario, con su cabeza al viento, para ser expuesta,
junto a su cachorro, en el local de Ferro Quina Bisleri, en Av. De Mayo esquina
San José (Edificio de La Inmobiliaria).
Dra. Dubois y su esposo Arq. Dolcetti e hijo; El laborioso y confiable herrero
Sr. José Mastrogiuseppe e hija; Sr. García y hermana, domiciliados en Habana
esq. Sanabria; los nuevos vecinos, familia Capua; la familia de Enrique
Bottazzini y Marta, hijo y dos hijas. Señores Miguel Corsi y Santos Gil,
mecánicos de automóvil, laboriosos y confiables.
Otro vecino y amigo, cuyo taller se encuentra en Villa Lynch, de nombre Orlando
Vitale; lo considero un Benvenuto Cellini, en el ramo Chapa y Pintura, por la
calidad y esmero que le imprime a su tarea.
AMIGOS PERSONALES
Ing. Horacio Daneri, nació y vivió en Devoto y muy conocedor del barrio y sus
vecinos, a quien invitamos en muchas oportunidades a escribir alguna historia
del barrio que él tanto conocía; Sr. Alejandro Aguilar, su esposa, Beatriz e
hija “Betty”, domiciliados en Emilio Lamarca 4045, 1º piso; Dra. Laura
Frischknecht, madre y su padre Arq. Gustavo Frischknecht; Sr. Arístides Saraceno,
Director de la Escuela Abel Ayerza; Sr. Pozzi, Vicepresidente de la Cooperadora
de dicha Escuela; Arq. Miguel Ángel Lardíez, genial diseñador y constructor de
veleros hechos con Fibra de Vidrio y Resinas Plásticas, de quien aprendimos sus
técnicas, con nuestro hijo Hernán; su esposa, hijo e hijas, de imborrable
recuerdo. Arq. Horacio La Padula; Arq. Roberto González, amigo y colaborador;
Sra. Amanda Gardella, y esposo, Dr. Roberto Machín e hijos y la Odontóloga, Dra.
María Angélica Machín; Familia Pasardi, esposo y Señora, hijo e hijas; Familia
de Enrique Martínez Tenreiro, esposa hija e hijos; Sra. Bárbara Bartolomeo, su
esposo, e hijos; Sra. Marcela Rouge; Todos los nombrados, han sido, y son amigos
personales mas otros, que se nos escapa de la memoria, los que siempre serán
motivo de nuestro grato recuerdo. A ellos, se suman desde el 2008, los miembros
de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto.
Lamentablemente…las cosas han cambiado tanto en estos tiempos; en que es mas
importante “parecer” que “ser”; verano del 2014.
----
(1) LA RAZÓN 75 Libro aniversario Nº 75 del Diario, Pág. 81.
(2) Los Monumentos y Lugares Históricos de la Argentina, Carlos Vigil Pág. 88 -
89
(3) Trato personal con los propietarios.
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